Mis andanzas como pintor comenzaron hace pocos años, debido a la crisis perdí mi trabajo y al verlo todo tan negro me vi en una situación muy difícil, pero gracias a la providencia, me tropecé con alguien que me aconsejó que me apuntara a unos cursos de dibujo y pintura, sin bien saber porqué acepté asistir.
Llevo ya cinco años con el mismo grupo de artistas, tengo un maestro excepcional, Don Ramón Camps, con el cual no dejo de aprender cada día algo nuevo. Despertó en mi un interés por la pintura que todavía no comprendo como no he descubierto antes.
Tengo 45 años y por primera vez en mi vida, estoy haciendo algo que creo que puede ser importante, dejando atrás toda una vida de fracasos, en mis trabajos imprimo todo el corazón y alma del que dispongo. Tanto mi familia, como grandes amigos que he tenido la suerte de encontrar en mi camino y a mi maestro al que ya desde hace algún tiempo considero también un buen amigo, me apoyan sin condiciones.